Él cambio la arquitectura para siempre. Uno de los padre del Movimiento Moderno, o el padre por excelencia, ejemplo a seguir de nuevos y también encumbrados arquitectos como Niemeyer. Gracias a Le Corbusier la Bauhaus modificó las fachadas, las proporciones, dibujó buenas colmenas para residencias de protección. Sus signos de distinción: notas de colores primarios, la pura línea, el ángulo recto, pero, igualmente, la curva como en la Iglesia Ronchamp. (Croquis, abajo.)
Una fotografía, entre irónica y nostálgica, de William Wegman descubierta en una exposición sobre Little Red Riding Hood en la inmensa Biblioteca Pública de Nueva York.
Un disco para rescatar para el otoño, Has a Good Home de Final Fantasy. Detrás de Final Fantasy está Owen Pallett un virtuoso que ha sabido crear la alquimia perfecta entre la música de raíz clásica y el pop. Has a Good Home es un disco perfecto de principio a fin, un deleite, con sus arpegios y sus crescendos bien apuntalados. Porque los violines suenan a la caída de las hojas...
Sólo aquel que sueña es capaz de imaginar, superar las fronteras propias autoimpuestas y así crecer.Siempre he pensado que cuando en el colegio se deja de dar importancia al dibujo, a las manualidades, para sustituirlo por la memorización de datos, los niños dejan de crecer para empequeñecerse. La creatividad hace grandes y diferentes a las personas. (Una reflexión, nada más)
El cine es una de mis aficiones-pasiones. Entre todo lo que se mueve dentro del cine, me estoy apasionando con la dirección de fotografía. Hace ya tiempo me comió la curiosidad de saber quién estaba detrás de la fotografía de Lost in Translation (Sofia Coppola, 2003), después me ocurrió lo mismo cuando vi Buffalo '66 (Vincent Gallo, 1998) y encontré que el artífice de esas atmósferas era un tal Lance Acord. Investigando un poco más decubrí otras películas, que había disfrutado, en las que Acord había participado en la creación de su luz ambiental: Adaptation (Spike Jonze, 2002), María Antonieta (Sofia Coppola, 2006). Por lo visto, Lance es un buen amigo de la Coppola, incluso ya trabajó con ella en su primer corto. Ahora estoy a la espera de que se estrene, por fin, su próxima colaboración con S. Jonze, Where the Wild Things Are (2009).
Los dibujos de Julie son cadenciosos, emotivos. Arroja color sobre el blanco más puro y sobre las temblorosas líneas negras de tinta que perfilan formas, mujeres delicadas y oníricas ilusiones. De una fragilidad sujeta por hilos. Tienen el poso de las pinturas Schiele. Deliciosos.
Su voz procede de un encantamiento, de un sueño o de un pasado impreciso. Tiene el privilegio de las sopranos, de tener un instrumento, la voz, con el que hacer cuanto quiera. Marissa es un descubrimiento musical de los que marca, para mí, un antes y un después.
Se puede leer de Marissa Nadler: "la melancólica cantante y compositora de la Costa Este (de los Estados Unidos) aúna la tradición del folk británico y el dream pop en una atmósfera personal". Luego, se pueden encontrar comparaciones con otras cantantes primas hermanas pero, en este caso como en otros muchos, las comparaciones están de más.
Julie Morstad es una mano que dibuja el mundo con los ojos de una niña, sin límites, alterándolo. Su fijación son los rostros y figuras humanas, un tanto nostálgicas, sacadas de su mundo originario para situarlas en un cuento de una sóla página. Julie mantiene la febril creatividad que la mayoría perdió en la infancia.
La realidad más cercana y cotidiana, a veces, se revela ilusoria. El realismo fotográfico de Carlos Pérez Siquier sacó lo onírico de lo más real. Lo sencillo, en primera instancia, le sirve como excusa para tomar la perspectiva menos fácil y mostrar la otra cara que a muchos se escapa. Hasta en la más cruda realidad puede encontrarse magia.
Berenice Abbott. La alumna que alcanzó a sus maestros. Una mujer que empezó en los 20, con los mejores: Man Ray y Eugène Atget. Su fotografía documnetal es la fotografía de las calles y las gentes de Nueva York.